Lo que no te mata te hace más fuerte

Hoy escuché, una vez más, la vieja frase "lo que no te mata te hace más fuerte". Me dejó pensando cierto detalle familiarizado con el asunto. Eso que no ves.

Cuando descubris que tenés un conflicto sin resolver, un "mambo" como le decimos a veces...
¿No te das cuenta que quizás hace años que está ahí matando una parte de tu ser que no vuelve si no tomás las riendas?

Cuando encontrás de repente un día que hay algo que amabas hacer y ahora te parece odioso...
¿No podes ver que hay algo ahí que ya te hizo daño y te hizo dejar pasar el tiempo, así, silenciosamente?

Entonces, ahí es cuando te das cuenta que algo o alguien está matandote.
Hay que hacer algo, pronto, ya cuanto antes, y ahí viene la locura que me aplasta.

Ojo, mirá bien, porque no hace falta estar en un cajón para haber perdido vida.
Ojo, pensalo, porque no hace falta que el corazón siga latiendo para estar vivo.

Fijate ahí, adentro, donde nunca mirás por estar distraído con distensiones eléctricas.
Ahí hay algo tuyo que pide ser reparado, porque sino sangra, tiene una herida, una cicatriz.

Ahora me siento, apago al mundo y él sigue gritando y vos a mi lado en silencio.
Escucho en ese silencio a un montón de voces, ¿No las escuchás vos también?

Lo que no te mata te hace más fuerte, pero quizás lo que te mata de a poquito también mata.
Lo que no te mata te hace más fuerte, pero quizás podes hacerte más fuerte sin esperar a la muerte.

No hay comentarios: